Ubicada en una zona boscosa de Guadalajara, Casa KA se plantea como un ejercicio de integración total entre arquitectura, arte y paisaje. En colaboración con Imanol Legorreta, la residencia se despliega sobre el terreno con una envolvente de cristal, madera y acero que permite que el exterior entre con fluidez en cada espacio interior. Su volumetría se mimetiza con los árboles, mientras que los interiores dialogan con piezas de arte, alfombras y mobiliario curado con sensibilidad.